Ya queda menos para que dé comienza la tercera edición de Trainers to the Future, pero antes queremos compartir contenido interesante sobre el anterior congreso. ¿No pudiste asistir? ¿Te gustaría rememorar la información? ¡Pues aquí lo ponemos a tu disposición!
José Manuel Giménez Pemán, Responsable de relaciones institucionales en la fundación para la formación en el empleo (FUNDAE), inauguró las conferencias de Trainers to the Future con una anécdota personal en la que se tuvo que enfrentar a un reto causado por un imprevisto. De esto mismo trata su conferencia: cómo podemos salir airosos de los retos que afrontamos y cómo aprendemos a aprovechar las oportunidades que se nos aparecen delante. Habló también de la necesidad de FUNDAE de estar allí donde los formadores y profesionales de la formación estén para conocer sus necesidades, inquietudes y preocupaciones.
Una cuestión que preocupa es lo que va a pasar en la sociedad con la llegada de la revolución digital. Se sabe que va a afectar a los procesos de aprendizaje, por lo que José Manuel nos proporcionó el concepto de “aprendizaje en red”. También destacó la importancia, ya antes comentada por Juan Diego, de estar presentes en la comunidad y empezar a crear nuestra propia red de contactos.
El formador como eslabón en la cadena de la formación
Con una cadena como paralelismo del proceso de aprendizaje, quiso encontrar cuál era el eslabón de la misma, siendo el formador: el más importante, si falla ese eslabón, no hay formación; si fracasa el formador, el resto de aspectos se vienen abajo. El formador tiene que adaptarse a la cadena, a veces tiene que recolocarlos de otra forma para que la cadena funcione, tiene que darle importancia a cada eslabón como parte de la cadena.
Durante la ponencia, José decidió traer a cuento el relato de “El camello encadenado” para ilustrar lo que quería decir de una forma más metafórica y gráfica.
El relato habla de una caravana que iba por el desierto y, llegada la noche, decidió parar a descansar. El encargado de atar a los camellos para que no se escaparan se dio cuenta de que tenía diecinueve cadenas para veinte camellos. Le comentó este problema al jefe de la caravana y este le respondió que primero atara a los diecinueve camellos para los que tenía cadenas y al último hiciera como si lo atase. El trabajador obedeció y, efectivamente, el camello seguía allí. Cuando desató a los camellos para reiniciar la marcha, el número veinte no se movió. Se lo comentó al jefe y este le preguntó: “¿pero lo has desatado?”. El trabajador le dijo que no porque no tenía cadena y el jefe contestó que que hiciera como si lo desatara y quitara la cadena. El camello, finalmente, reanudó su marcha.
Para José Manuel este papel le recuerda a la misión de los formadores: desencadenar el aprendizaje, deshacer los posibles bloqueos. “Ser formador es asumir un rol de responsabilidad”
¿Cuál es el papel del formador en la actualidad?
Siendo la primera parte de su conferencia más inspiradora, poniendo en valor el papel de los formadores en el proceso del aprendizaje y en un intento de darles la importancia que se merecen, la segunda mitad fue más una serie de datos sobre la formación y la formación para el empleo que sirvieron como contextualización de la situación actual y como base para empezar a hablar de cuáles son los problemas, qué se puede o tiene que mejorar y cómo conseguir llegar a esas mejores situaciones.
Una de las conclusiones más interesantes que sacó a la luz fue que “un buen formador siempre deja huella” y dejó claro que el buen formador sabe lo que sabe y lo que no sabe, actuando desde la honestidad y no desde la apariencia. Para terminar dejó abiertas algunas preguntas que quería hacerles a los formadores:
- ¿Pueden los formadores hacer algo por cambiar el rol que desempeñan en la actualidad y que el sistema asigna o deben esperar a que otros lo hagan por ellos? Y si pueden, ¿qué hacer?
- ¿No se puede instrumentalizar algo que permitiera que los formadores brillaran más?
- ¿Qué pasaría si mañana la figura del formador ya no fuera necesaria?
Durante la charla hubo tiempo para datos, anécdotas, comentar la situación actual y reflexionar sobre el papel de los formadores que, según contó de lo que pensaban sus hijos, es “saber llegar a las personas”.