En España hemos aprendido a convivir con formación en los centros de trabajo (en los títulos de FP) y prácticas profesionales no laborales (en certificados de profesionalidad). Pero no dejan de ser módulos sueltos, aislados y no integrados dentro de un proceso formativo único. La FP dual, por el contrario, afronta un paso al frente en esa línea de integración: el binomio formación-centro y el binomio prácticas-empresas dejan de estar disociados, difuminándose la línea de separación entre ambos. En el centro se forma y se hacen prácticas, como ya venía sucediendo, pero en la propia empresa también se hace formación además de la práctica. Y este cambio exige, entre otras cosas, una mayor coordinación entre centro y empresa, así como entre formador titular y tutor de empresa. Por otra parte, es necesaria una mayor capacitación del tutor de empresa, que además verá ampliada sus funciones, por ejemplo, en cuanto a la evaluación académica de los aprendices.
Palabras clave: Formación Dual, FP, Formación Profesional, prácticas formativas, tutor, formador, tutor de empresa, aprendiz
Ed. CINC – Auditorio 1 – planta baja
Jose Antonio Viejo